miércoles, 17 de febrero de 2010

Nosotros también sufrimos



Aunque ustedes no lo crean,
o me acusen de machista
por defender el derecho de los hombres
a sufrir.

Dirán algunas
¿Cómo no pobrecitos?

Pero también tenemos derechos
a comprarnos una yerbera y ponerla encima del escritorio
a plantar flores en diciembre y no en abril

Sufrimos
porque tienen sexo desde su escritorio
por Internet,
 con un tipo que se encuentra
al otro lado del mundo y que les escribe

-          Tócate el centro de tu cuerpo
que no importa que yo viva en Bohemia
Me tocaré el mío –

Sufrimos de que a las once de la mañana
Ustedes estén acostadas virtualmente con un Checoslovako
que se toca efusivamente frente a un computador.

Sufrimos por unas cosas tan  simples
como el carrito de hierro que nunca tuvimos,
por la chica que a los quince años nos dijo que no,
por el amor que nunca vamos alcanzar.

No hemos entendido
que somos pequeños seres terrestres,
atrapados en la angustia existencial
De querer ser  únicos
en una época que el amor es de muchos.

Pablo Moraga


jueves, 4 de febrero de 2010

FEBRERO


La primera vez
Todos hablan de ella
Como si fuera cualquier cosa
Como si se tratara de algo común

La primera experiencia
Todos se refieran a ella
Como si fuera un error
Que les enseñó algo nuevo

La primera palpitación
Todos hablan de ella
Como si fuera una máquina
Te asusta al principio
Pero después te dejas llevar

La primera emoción
Sientes miedo
Sientes alegría
O te sientes confundida

Pero para mí
La primera vez fue
Negación de conocer algo nuevo
Miedo de experimentar lo que sentía mi cuerpo

Emoción y suspiros
Invadieron mi cuerpo
Con un beso apasionado
Deje ir todo mi aliento

Con una caricia de él
Y con su experiencia
Me sentía una diosa
Extasiada de tanto amor

Como una aprendiz
Me avergonzaba
Y me deje llevar
Hasta no saber nada

Disfrute y sentí
Lo que nunca imaginé
Hacer en un día
Que ni yo preparé

Disfruté y experimenté
La última gota de placer
Hasta quedar tendida
Entre sábanas llenas
De amor, sudor, pasión
Y el recuerdo en mi corazón.


POR CUYANITA